Un pueblo perdido en las tierras altas al norte de Etiopía, alberga uno de los conjuntos arquitectónicos más cautivadores del mundo. Se trata de una docena de iglesias talladas en roca viva en bloques únicos bajo el nivel del terreno.

Aunque nos cueste imaginarnos que por el siglo VII, los arquitectos del antiguo imperio de Aksum, estuvieran cincelando catedrales en profundas zanjas, lo más milagroso de todo esto, es que hasta hace excasamente no más de dos décadas, Lalibela ha permanecido incomunicada. Sus templos siguen en activo como el primer día, acogiendo ritos y plegarias tal y como se desarrollaban en la época del Rey Lalibela

Ninguna es igual a otra, están talladas en bloques únicos, sin ladrillos, madera ni argamasa. Son todo un milagro o un misterio. Las más conocidas son Biet Medhani Alem (Salvador del Mundo), la iglesia monolítica más grande del mundo y cuyos muros rosáceos se estiran desde un foso de 12 metros

y Biet Ghiorgis (San Jorge), un soberbio bloque en forma de cruz, muy reconocible desde el aire.

Las ceremonias que en estos santuarios se celebran, suelen ser muy vistosas por las vestimientas que utilizan en un idioma ininteligible incluso para los feligreses, el ge’ez, la lengua litúrgica oficial, el milenario idioma del imperio de Aksum.

Es el unico país de Africa negra donde el cristianismo se extendió directamente desde Tierra Santa. Estas once iglesias fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1978. Decenas de santos, ángeles y vírgenes de piel tostada decoran las paredes de roca en el interior junto con las figuras de los devotos que pasan las horas muertas tumbados en cualquier rincón en este ambiente de reconcentrada espiritualidad.

Se puede visitar durante todo el año aunque Lalibela es doblemente interesante si viajas en Navidad, Pascua y sobretodo, durante el importantísimo Festival del Timkat (la epifanía etíope) para coincidir con sus celebraciones. Asistir junto a miles de peregrinos con sus mejores galas llegados desde cualquier rincón del país, sus procesiones, las bendiciones del agua, sermones en las iglesias de piedra, etc…es sin duda un acontecimiento único. Dura tres días y es en el mes de enero.

Lalibela es sin duda, un lugar de obligada visita si hacemos un viaje a Etiopía, totalmente recomendable y que no nos dejará indiferentes.

Uno de los mejores lugares del mundo para avistamiento de ballenas y tiburones, es sin duda nuestra querida Sudáfrica.

Hermanus

Al este de Ciudad del Cabo a unos 120 kilómetros y situada al borde del océano, encontramos esta pintoresca ciudad, que bien merece una visita.

Esta pequeña ciudad vive del turismo que llega para ver ballenas. Entre junio y diciembre es la mejor época para el avistamiento, siendo el mes de noviembre el mes que más se acercan a la costa y ya tienen sus crías.

Ballena con cría

Desde el puerto o mirador se pueden avistar ballenas sin problemas, tienen unas gradas y bancos donde sentarse,  hay un pequeño parking y para quien quiera comer allí mismo, dispones de restaurantes para no tenerte que mover y poder disfrutar del acontecimiento mientras comes.

Nuestra siguiente parada obligada si queremos ver al gran blanco sería Gansbaai. Situada a 30 minutos en coche desde Hermanus.

Tiburón Blanco

La mejor forma de ver al gran blanco es contratando una excursión.

Te llevan en lancha mar adentro, y desde dentro de unas jaulas y con trajes de neopreno te sumerjen para que los puedas ver.

 

Mucha gente sale desde Ciudad del Cabo hace la actividad y vuelve (2 horas cada trayecto) aunque yo creo que lo ideal es salir desde Hermanus, realizar la actividad en Gansbaai y regresar a Hermanus a dormir ya que hay más vida,  restaurantes y bares,  así de paso se ven las ballenas y no tienes un trayecto tan largo de regreso.

 

Es una experíencia realmente alucinante!! Cuando los ves desde tan cerca, se te paraliza el corazón!

Ya sea de paso o bien para pasar una de las noches en ruta, la parada en Hermanus es casi obligada!

Esther Mesa; especialista en Africa

La primera vez que nos vamos de safari, la gran mayoría de veces no sabemos muy bien como funciona.

Nos guiamos básicamente de aquello que nos han explicado, amigos, conocidos o familiares que ya han viajado al continente africano, pero una cosa es lo que nos cuentan y otra muy distinta lo que vivimos y sentimos.

Puesta de sol en la sabana

Uno de los mejores momentos para ver animales es de madrugada justo antes de amanecer, tomaremos un café para despejarnos y salimos de «game drive», a esta hora los animales están más activos ya que no hace todavía demasiado calor.

Guepardo

Esta primera salida dura alrededor de 2-3 horas. Luego ya vamos a descansar al lodge o zona de acampada donde nos alojamos, hasta la hora del almuerzo. Estas son las horas de más calor y no se ven muchos animales. Alrededor de las 4 de la tarde, se vuelve a salir de «game drive».

Cebras en la sabana

La actividad va aumentando a medida que se va haciendo de noche, momento en el cual ya nos retiramos a nuestro alojamiento para cenar. Algunos de los parques ofrecen opcionalmente safaris nocturnos, si tienes la posibilidad de hacerlos, te lo recomiendo!

León en un safari nocturno

Elegir el medio de transporte y el tipo de alojamiento es una decisión importante que debemos tomar eso hará que el viaje sea más o menos económico.

Se puede hacer en 4×4 o en camión. Los viajes en camión son viajes en grupo, de unas 15-18 personas y se lleva la casa a cuestas para que nos entendamos, dispone de nevera, para cargar móviles y baterías, llevamos las tiendas con nosotros y el guía tiene una función importante a la hora de dirigir el grupo.

camión en Namibia

Si queremos un viaje en grupo más reducido entonces has de hacer el safari en 4×4, normalmente la capacidad es entre 6-7 personas por coche, con ventanilla garantizada.

Luego ya el tipo de alojamiento puede ser en camping o en lodge dependiendo de las preferencias de cada uno. Generalmente un viaje en camión es siempre más barato que un safari en 4×4 aunque el alojamiento sea en camping.

Alojamiento en camping

Una de las preguntas que generalmente nos hacemos es si vamos a tener contacto con la población local. No hay que confundir población local con «tribus» o «étnias» que es lo que suele ocurrir.

Los paises por excelencia para hacer safaris son Kenia o Tanzania, aquí podemos ver a los Masai, pero no vamos a ver más allá de como viven, sus casas y sus bailes, el que va con otras expectativas suele salir decepcionado de esta visita.

Poblado masai en Kenia

El contacto con la población local, ver como viven, interactuar con ellos, como se ganan la vida, etc…lo puedes vivir si vas a Mombasa, la Isla de Lamu en Kenia o Zanzíbar en Tanzania, por ejemplo.

Pescadores en Zanzíbar

La diferencia pues entre las diferentes opciones de hacer un safari son,  el vehículo, el tipo de alojamiento y si acabamos en playa o no, pero lo que está claro es que en cualquiera de los casos, veremos animales, grandes reservas y parques naturales.

Selous Game Reserve

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